Cada vez que cae sobre el horizonte –y sobre mis ardorosas retinas- laluz incierta del ocaso, te recuerdo caminando bajo la arboleda.Recuerdo la brisa que jugaba con tu cabello, el olor dulce de lahierba húmeda en tus pies, recuerdo tu voz entonando cierta melodíaque ahora esquiva a mi memoria. Recuerdo […]